Ay. Estas pueden ser algunas de las palabras más difíciles de digerir como directivo. Después de más de 25 años dirigiendo sobre todo a personal técnico en todo tipo de organizaciones e industrias, afronto ésta con gran entusiasmo.
¿Qué quiero que hagáis? Resuelve el hambre en el mundo, evita los tiroteos masivos, encuentra otro planeta que los humanos puedan habitar y establece una civilización allí, resuelve la I-70 en un día de polvo Y si puedes hacer eso el viernes bajo presupuesto estaremos en el camino correcto, ¡adiós!
A veces, esa respuesta directa es eficaz para que la persona entienda que, aunque mis expectativas imaginativas son altas, mis verdaderas expectativas no son imaginativas, sino tangibles. ¿Cuáles son esas expectativas tangibles y muy razonables?
- Los objetivos del proyecto se cumplen o están en vías de cumplirse.
- Consejo: Estos objetivos suelen figurar en la carta del proyecto o en el plan de trabajo. Revíselos periódicamente para hacer su propio análisis de si el proyecto va por buen camino. Si bien el gestor o jefe de proyecto hará un comentario literal sobre si "va por buen camino según lo previsto", las funciones individuales también deberían tener sus propias ideas. ¿Cuáles son los puntos fuertes y los débiles? Aportar tus ideas al equipo puede abrir el diálogo y la creatividad y también ayudará con la expectativa nº 2. Si usted desempeña un papel más técnico en el proyecto, es importante que también analice el proyecto según las"ilidades".
- El equipo rinde a un alto nivel
- Consejo: Se trata de un equipo cuyos miembros se hacen oír y participan en las reuniones de planificación y de estado. No se trata de un espectáculo unipersonal, sino de que todo el mundo contribuya a la consecución de los objetivos de la reunión y del proyecto. Es que la gente pida ayuda y ofrezca su ayuda, es tener una cultura de equipo en la que se acepte hacer preguntas aunque no haya respuestas claras. Es turnarse para enseñar al grupo.
- El cliente o los usuarios están satisfechos, comprometidos y obtienen valor.
- Consejo: debe ser obvio que el cliente está contento con el progreso o la entrega del trabajo. Lo normal es que te digan que están contentos. "Esto es exactamente lo que necesitábamos para dar el siguiente paso en nuestro negocio" es una cita directa de un cliente reciente. Si no puede saber qué piensa el cliente del proyecto, es hora de hacerle algunas preguntas, por ejemplo: ¿Cómo lo estamos haciendo? ¿Qué puede mejorarse desde su punto de vista? ¿Estamos cumpliendo los objetivos originales del proyecto o deberíamos fijar otros nuevos? ¿Cuál es tu perspectiva del equipo? Si eres el jefe del equipo, no pongas al cliente en un aprieto durante una gran reunión de planificación para hacerle estas preguntas, ten una conversación privada para que se sienta con la capacidad de hablar con más libertad.
Parece bastante sencillo. Pero espera, ¿por qué es tan difícil y por qué la persona sigue queriendo que le digan lo que tiene que hacer? La mayoría de las veces se debe a que en realidad no quieren decir "dime qué quieres que haga", sino una de las siguientes cosas:
- No entiendo los objetivos del proyecto o producto, ¿puede ayudarme a establecer el contexto o recordármelos y podemos hablar de mi papel en la consecución de esos objetivos?
- No sé lo que significa ser un buen compañero de equipo y cómo elevar el rendimiento de los que me rodean, ¿qué consejos tiene para mí?
- El cliente o los usuarios no parecen comprometidos, cuando se ha encontrado con esto en el pasado ¿cómo lo supera?
Descifrar qué preguntas quiere hacer realmente la persona forma parte del trabajo. Una vez determinado esto, utilizar técnicas de narración de historias y escenarios hipotéticos ayuda a transmitir el mensaje correcto y a encaminar a la persona en la dirección adecuada.
En Nimble Gravity nos encantaría tener la oportunidad de encarrilar sus propios proyectos, después de todo el progreso no es imaginativo es muy tangible. Póngase en contacto con nosotros hoy mismo si podemos ayudarle.
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